AÑO II - Nº2, MAYO 2003
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ISSN 0718-123X   

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EDITORIAL
 

INTERÉS PÚBLICO

"Transferencias inter gubernamentales como un mecanismo de compensación territorial. El caso del fondo común municipal".
Leonardo Letelier

"Algunas limitaciones de las encuestas telefónicas en los estudios de opinión pública" .
Gustavo Martínez.

"Desafíos de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública".
Cristian Pliscoff.

 

OPINIÓN

Guerra en Irak a la manera de "El Principe".
Ricardo Hormazábal.

 
AGENDA

Metas del milenio para Chile

El INAP y la Fondation Nationale Des Sciences Polítiques Et l´Institut d´Études Politiques de París (SCIENES PO) firman acuerdo de cooperación.

Académicos del INAP entregaron sus visiones respecto a la guerra en Irak en conferencia de prensa.

El Departamento de Gobierno y Gestión Pública y el Departamento de Ciencia Política del INAP, inician sus magíster 2003.

Se inicia transmisión radial de la cátedra directorial de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública.

Departamento de Políticas Públicas participa en la presentación del libro "La escuela y la (des)igualdad".

Seminario "El control y la fiscalización de los actos del gobierno en Chile".

 

NUMEROS ANTERIORES

 

 INTERÉS PÚBLICO
.

Transferencias inter gubernamentales como un mecanismo de compensación territorial
El caso del Fondo Común Municipal

Leonardo Letelier S.
Departamento de Gobierno y Gestión Pública

"La equidad territorial no debe necesariamente implicar redistribuir fondos públicos "entre" gobiernos locales, hecho que supone aceptar la factibilidad de que muchos individuos que poseen propiedades en comunas pobres se vean notablemente beneficiados como fruto de aportes realizados por contribuyentes pobres en comunas ricas."

El diseño de las transferencias entre niveles de gobierno puede enmarcarse en dos grandes criterios alternativos. Por una parte, la estimación del monto destinado a cada jurisdicción en función de las necesidades particulares de la localidad geográfica en cuestión, focalizando así el esfuerzo para fortalecer la equidad territorial, esto exige disponer de cuantiosa información en torno al tipo y calidad de los bienes y servicios públicos locales, requeridos en cada jurisdicción como es el caso del sistema inglés. Alternativamente en el sistema canadiense y en general en varios regímenes federales, la misma asignación puede responder al objetivo de homogeneizar el monto de recursos públicos por persona, independientemente de los requerimientos específicos de cada unidad territorial, sin embargo, su aplicación estricta sólo es factible en la esfera de los gastos corrientes, siendo muy difícil su aplicación en el caso de los gastos de inversión.

El caso chileno.

En Chile existen tres categorías de transferencias desde el gobierno central hacia los niveles descentralizados. La primera está concebida para financiar inversiones y es canalizada a través de los gobiernos regionales en la forma los llamados Fondos de Inversión de Asignación Regional. Al nivel municipal, destacan los subsidios a la educación y la salud, 21 subsidios sociales administrados por el sistema municipal y el controvertido Fondo Común Municipal (FCM), sobre el cual versa esta nota.

El actual diseño del FCM ha sido objeto de un importante debate, el cual se sustenta en el pobre desempeño que el fondo mencionado tendría. Por una parte se lo acusa de tener un resultado insatisfactorio en lo que a redistribución de recursos fiscales se refiere, preservando la fuerte desigualdad entre gobiernos municipales. Por la otra se destaca su efecto perverso en la generación de fondos propios del sector municipal. La reciente discusión del proyecto de Ley de Rentas II, y el esfuerzo permanente por modernizar el Estado, exigen una pronta revisión de este instrumento.

La versión actual del FCM contempla aportes de todas las comunas a un fondo común, siendo la contribución de los municipios de Santiago, Providencia, Vitacura y las Condes, algo mayor como porcentaje de sus ingresos que la norma establecida para el resto del sistema. El presupuesto público considera adicionalmente una contribución discrecional por parte del gobierno central. En cuanto a su distribución, la tabla adjunta resume en orden decreciente de acuerdo a su impacto distributivo, los factores considerados en la asignación del fondo. Se desprende de dicha información, que solo los dos primeros factores considerados - pobreza relativa y menor ingreso propio por habitante- pueden ser considerados como estrictamente orientados al objetivo de equidad territorial.

Criterios de asignación del FCM en función de su orientación redistributiva

Coeficientes que se establecen cada tres años
(90% del FCM).
%
Pobreza Relativa
Menor IP por habitante respecto al promedio nacional
Numero de predios exentos.
Población Local
Por partes iguales
10
35
30
15
10
Coeficientes basados en el desempeño anual del municipio
(10% del FCM).
11
Indicadores de gestión
Emergencias
50
50

La aplicación de los coeficientes indicados permite inducir mejoramientos en el llamado ingreso propio municipal por habitante, en aproximadamente un 56% de los municipios. La misma SUBDERE ha reconocido que la estructura actual del FCM adolece de importantes debilidades. Primeramente, la diferencia entre los criterios de recaudación y distribución hacen difícil - por lo menos en algunos casos- determinar si un municipio es aportante o beneficiario neto. En segundo lugar, dado que el 35% del componente trianual se basa en la diferencia entre los ingresos propios del municipio en cuestión y el promedio nacional, existe un claro desincentivo a la recaudación en el caso de municipios que se encuentran cerca o superan dicho promedio. Tercero, dado que al menos en principio "todos" los municipios aportan, existe un esfuerzo administrativo irrelevante en el procedimiento de recaudación del fondo. Finalmente, se desprende de la descripción anterior que el FCM no es un mecanismo sólo destinado a mejorar la equidad territorial, conjugándose en él objetivos diversos.

Cabe agregar a la lista anterior un aspecto no abordado por la SUBDERE y que reviste la mayor importancia. La equidad territorial no debe necesariamente implicar redistribuir fondos públicos "entre" gobiernos locales, hecho que supone aceptar la factibilidad de que muchos individuos que poseen propiedades en comunas pobres se vean notablemente beneficiados como fruto de aportes realizados por contribuyentes pobres en comunas ricas. Es muy probable que al diseñarse en FCM en su modalidad actual se haya preferido el esquema vigente atendiendo los menores requerimientos de información local implícitos en su diseño. Sin embargo, la realidad vigente permite disponer de antecedentes mas amplios y precisos a partir de la representatividad municipal de la encuesta casen, circunstancia que permitiría mejorar notablemente la equidad en la asignación del fondo.

En contraposición con la redistribución entre municipios, un diseño renovado de este mecanismo debería considerar la posibilidad de favorecer la redistribución entre personas a nivel nacional, basado en un esquema de transferencias hacia los municipios enteramente financiado y administrado por el gobierno central. Si bien los municipios podrían seguir realizando aportes, estos deben desligarse de su eventual participación en la distribución de los recursos asignados, evitando así el desincentivo a la recaudación local implícito en el actual esquema. El FCM distribuye una cifra aproximada a los US$ 550 millones, lo cual representa entre el 35 y el 40% de los ingresos propios municipales. Dicha cifra puede ser alimentada e incrementada a través de los impuestos generales de la nación y luego distribuida con un criterio de equidad mejor perfilado y focalizado que el actualmente vigente.

 

 

AGENDA PÚBLICA / AÑO II– N° 2- Mayo 2003

®Agenda Pública, Preparada por el Departamento de Gobierno y Gestión Pública
del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.